Evisceración

Evisceración

Sabbioni Oftalmología

La evisceración ocular es una técnica de cirugía que consiste en extraer el contenido del globo ocular (incluyendo el iris, la córnea y la retina) mientras se mantienen la esclerótica (membrana de color blanco, opaca y fibrosa que es la capa más externa del ojo) y los músculos que permiten la movilidad del ojo. El que se mantengan estas estructuras es importante, ya que permitirán que, tras la cirugía, la prótesis que se suele implantar tenga una mayor movilidad, lo que favorecerá la consecución de un buen resultado estético.

Este procedimiento suele incluir la colocación de un implante y, posteriormente, de una prótesis externa para restaurar el volumen del ojo.

Causas

La evisceración se suele realizar en los siguientes casos:

  • Ojos ciegos y dolorosos sin causa tumoral. Normalmente son pacientes que presentan ceguera en el ojo tratado y, además, dolor constante y suficientemente frecuente como para llegar a afectar a su sueño, su estado de ánimo y a sus relaciones sociales.
  • Globos oculares que pierden su volumen (ptisis o subatrofia del globo ocular). En este caso, el ojo no tiene visión y es pequeño, disminuyendo su tamaño con el tiempo. La ptisis suele estar provocada por traumatismos oculares.
  • Globos oculares muy grandes (buftamia o hidroftalmia).
  • Algunos casos de enfermedades como endoftalmitis o panoftalmitis.

Durante esta cirugía, que se realiza en quirófano y habitualmente de forma ambulatoria (sin ingreso), el cirujano que suele ser un oftalmólogo especializado en cirugía plástica ocular, extrae el contenido del globo ocular del paciente, conservando la esclera y los músculos, e introduce en su lugar un implante de las mismas dimensiones para evitar que la cavidad oftálmica se quede sin volumen. La cirugía se puede llevar a cabo con anestesia local bajo sedación o con anestesia general.

Tras la enucleación, el paciente deberá seguir tratamientos analgésicos, antibióticos y antiinflamatorios, además de estar en reposo relativo los primeros días. Aproximadamente un mes después de la cirugía, se valorará la correcta cicatrización del ojo y se adaptará la prótesis externa, que es semejante a una lentilla en la que está pintado el ojo.

Actualmente existe una gran variedad de prótesis que se clasifican en función del tipo de material del que están fabricadas (silicona, hidroxiapatitia, biocerámica o polietileno poroso) y por su estructura interna, forma y relación con las estructuras oculares una vez implantadas. Dependiendo de las características del paciente se utilizará un tipo de prótesis u otro para conseguir un ajuste cómodo y estéticamente bueno.