Láser argon
Láser argon
Sabbioni Oftalmología
En oftalmología se desarrolló en la década de 1960 y comenzó a utilizarse a finales de dicha década, aunque fue A. Einstein en 1915 quien estableció los fundamentos para, entre otras cosas, el desarrollo de los láseres.
Fundamentalmente en patología retiniana.
Profilaxis o prevención del desprendimiento de retina: en algunos tipos de lesiones retinianas periféricas que corren el riesgo de romperse y dar lugar a desgarros retinianos, así como en los propios desgarros o roturas de la retina sin desprendimiento o con mínimo desprendimiento de la retina.
Se realiza una barrera con 2-3 hileras de impactos de láser alrededor para que al cicatrizar evite que se desarrolle un desprendimiento de retina o para que no avance el desprendimiento.
Otras de las indicaciones más importantes son las retinopatías por falta de riego y proliferativas ya sean secundarias a diabetes o a trombosis vasculares: en estos casos el mecanismo de acción se basa en fotocoagular las áreas de retina sin riego que pueden dar lugar al desarrollo de vasos sanguíneos anormales que es la complicación más grave en el transcurso de una retinopatía diabética y en algunos casos de obstrucciones venosas que pueden llevar a la ceguera. Dependiendo de la superficie a tratar se realizan entre 1 a 3 sesiones.
Mucho menos frecuente es el uso del láser Argón en el caso de algunos tumores retino-coroideos o en inflamaciones vasculares.
Finalmente, el láser de Argón se puede utilizar para disminuir la tensión ocular en algunos casos de hipertensión ocular o glaucoma. Se realiza una trabeculoplastia que consiste en dar entre 90 y 180 impactos en la malla trabecular, estructura por donde se filtra el humor acuoso (líquido del ojo). Al cicatrizar facilita su salida y por lo tanto disminuye la tensión ocular.